Saturday, December 17, 2005

despedida de esperanza


Mi estado de ánimo en nada se diferencia a un trapo mojado y olvidado en un rincón de la cocina /Apreciar, tan sólo apreciar algo que no parezca desalentador es un nimio regalo divino /Orfandad espiritual, orfandad sentimental / No hay muchos trechos que llenen mis raquíticas expectativas; antes recias, hoy desnutridas / Esperar algo es apuñalarse un poco más y abrir la herida / Un poco más de tribulación y qué diablos, ya debería estar acostumbrado / Constatar que la vida es tan lógica e ilógica a la vez, acarrea tanta desilusión como molestias / El tiempo se ha puesto a la defensiva y matarlo ya no es cosa de adolescente deprimido: hay consecuencias, inseguridades, arrepentimientos / Constatar también que he sido abandonado; que siempre he estado abandonado y a merced de lo que vaya ocurriendo, complica más la historia: hace que el veneno se concentre adentro y se coagule para conservarse / Me siento abandonado y solo / La suerte no ha corrido mucho por aquí estos días: los días de mi vida / Los días para arrancarse un hueso, lamerlo un poco y luego subastarlo / Seguramente no sucederá nada, como se supone / Los ánimos seguirán en plan submarino / ¿Y yo? / Pues nada, por aquí, erecto, inguinal, perturbadoramente tierno, con cara de rostro y con una sonrisota de payaso epiléptico, esperando la caída del maná y la muerte de quienes me rodean.

2 comments:

adirova said...

creo que volar sólo sirve para caer cada vez de mayor altura, creo que al final de cuentas uno siempre reacciona de que eres tu para ti y que cualquier intento de demostrarse lo kontrario es suicidio de interiores.

jugar a no sentirse sólo...jugar con alguien...jugar a que el juego no se acaba...sl final de cuentas, es sólo un juego...los juegos se acaban.

un abrazo.

Anonymous said...

Me gusta la forma en que describís un estado de ánimo tan común, como el de la soledad y el de la falta de esperanza, pan de cada día de muchos... Además, logré sentirme identificada.